Buenos Aires, 5 de noviembre de 2022. La película «Natalia Natalia», de Juan Bautista Stagnaro con Sofía Gala Castiglione, Diego Velázquez, y Valentina Bassi se estrenará el 24 de noviembre en salas de todo el país.
El elenco se completa con Demián Salomón, Tony Lestingi y, en la Avant premiere y conferencia de prensa, Sofía Gala dijo: «Fue un placer y un honor hacer esta película» y sostuvo que «lo más importe de mi oficio, para mi es que puedo aprender de lo que elijo hacer».
«Lo que más me gusta del cine es que es un trabajo colectivo», manifestó la protagonista y añadió que le encanta «que se arme la historia hablamos de los personajes que puntos de vista trabajábamos y le ponemos el cuerpo a los pensamientos del guionista y del director. Siempre fue un placer este ida y vuelta y es una experiencia increíble».
También explicó que en esta producción el personaje femenino «ocupa ese lugar y sacarla del rol de víctima y de objeto y se la pone en otro lugar, es quien va a atravesar esta historia».
«Natalia Natalia», de Stagnaro (Argentina, 2022) tiene una duración de 99 minutos su calificación está pendiente y la distribución es APIMA.
Silvia Monteferrante (Sofía Castiglione) asiste a un homenaje post mortem a quien fuera su ex marido. Le hacen entrega de los atributos personales, gorra y sable, ante su notoria incomodidad. También recibe el arma. Todo le hace sospechar que hubo algo más que una muerte accidental.
De pronto se ve sumergida en una trama policial más oscura de lo que parece, y que despierta sentimientos de los que estuvo intentando escapar toda su vida.
«Natalia Natalia», es un policial, un thriller, que marca el regreso al cine de Stagnaro (Casas de fuego, La Furia, El séptimo arcángel), como guionista y director.
Se trata de cine de género, en la mejor tradición del policial, para ver en las salas de cine. La historia gira en torno a Silvia Monteferrante (Castiglione), una joven mujer, hija y ex mujer de policías, cuyo ex marido (Demián Salomón) muere en ejercicio de sus tareas, en circunstancias que despiertan sospechas.
Una sucesión de hechos en apariencia casuales se conectan (alguien que intenta entrar a su casa y desaparece, una sospecha de que han entrado en su ausencia, un intento de robo en la calle, el acceso al expediente) y ella no puede evitar involucrarse.
Silvia se ve forzada a sumergirse en una trama policial de la que estuvo intentando escapar desde su infancia. El encuentro con el Comisario Mayor de Asuntos Internos Molinari (Lestingi) la incomoda, y más tarde, un personaje gris destinado a cuidarla, el Griego (Velazquez), la inquieta aún más, pero a la vez la atrae. En un beso podrá rastrear respuestas a algunos interrogantes.
El guionista y director Stagnaro vuelve a la dirección de la mano de un policial, y de cara a reencontrarse con el público que vió Casas de fuego (1993), La furia (1997), El séptimo arcángel (2003), Un día en el paraíso (2003) y Fontana, la frontera interior (2009).
“En Natalia Natalia tomé el desafío de convertir a una mujer en el centro de un relato policial. Ya no la femme fatal, o la rubia tonta o la esposa abnegada o secuestrada; sino una mujer como personaje activo, inteligente y con secretos y sensibilidad necesaria para ser una atractiva protagonista”, asegura Stagnaro y dijo que «le añadí, como dirían los americanos, un importante plot de resolución que hace girar el eje de la historia y le da un sentido general al relato”, cuenta el director acerca del filme.
Stagnaro, además, reflexiona desde su experiencia sobre el cine que desea hacer y su relación con el público: “En este caso el desafío mayor, como siempre ha sido en el desarrollo de mis proyectos, es el de conjugar el arte y la convocatoria. No hacer cine de espaldas al público. Hacer un cine que vaya en búsqueda de su público, pero sin sacrificar un centímetro del mejor cine que somos capaces de hacer”.
Luego, el director reflexionó sobre «¿Por qué hacemos cine?» y se respondió «porque creemos estar en posesión de una historia (o una forma de contarla) que nunca hemos visto plasmada en la pantalla, y que si nosotros no lo hacemos, acaso nadie jamás podrá hacerla de esa particular manera. Después la realidad se encargará de ponerla en el lugar que le toque».
«Me gusta mucho el género policial, naturalmente. Lateralmente o en forma parcial lo he trabajado un par de veces (La furia; guion de Policía corrupto, entre otros) y me gusta blanquear en este caso el desafío de hacerlo de modo directo», manifestó.
El director expresó: «Disfruto, al modo del film noir, de la unidad del punto de vista para desarrollar el relato. El espectador sabe lo que sabe el protagonista, e ignora lo que él ignora. Claro que hay momentos en que el propósito del protagonista se nos adelanta, nos supera (a eso no se accede) y solo después de su ejecución entendemos el por qué de la acción ejecutada. Por lo que hace, no por lo que dice».